Esta no es una semana cualquiera, no. Esta es la semana en la que vuelve, por fin, la liga de fútbol en España. Casi tres meses después de que la normalidad de todos cambiase, el ánimo de muchos ya necesitaba que el deporte rey regresara a nuestro país para alegrarnos la vida nuevamente. Si la semana pasada celebraba la vuelta de las carreras de caballos a nuestro circuito nacional, en esta ocasión me corresponde festejar que el balón vuelve a rodar tanto en los campos de Primera como de Segunda división. Si bien este miércoles se celebraron los 45 minutos pendientes del partido correspondiente a la categoría de plata Rayo-Albacete (aquel suspendido el 15 de diciembre del año pasado a causa de los cánticos racistas al futbolista ucraniano Zozulia) las grandes emociones llegarán a partir de este jueves. Será a las 22 h cuando un atípico Sánchez Pizjuán (adornado para compensar la ausencia de público en las gradas) acogerá un derbi sevillano que pasará a la Historia de nuestro fútbol por ser el primero que se desarrolla sin afición. Y sinceramente, aunque estoy deseando volver a sentir la emoción de la liga española, otro de los grandes alicientes de que vuelva a rodar el balón por nuestros terrenos de juego es el regreso de La Quiniela y El Quinigol. Y no vienen solos, llegan acompañados por unos magníficos Botes (de 1.000.000 € y de 220.000 € respectivamente) que harán más apasionante aún el retorno de dos de nuestros juegos preferidos de Loterías y Apuestas del Estado.
