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Orígenes de La Quiniela

El nacimiento del mejor juego de fútbol habido y por haber se produjo un 22 de septiembre de 1946 con la intención firme de regular y canalizar del mejor modo posible los cientos de miles de aficionados que, a lo largo de toda España, sentían pura pasión por el deporte rey. Además, esta enorme creación en forma de juego fue una descomunal ayuda para la Beneficencia pública, hacia quien se dirigió una importante parte de cada recaudación. E imposible olvidar que, si por entonces el porcentaje de premios destinado a los acertantes era de un 45 %, a día de hoy es un 55 % el porcentaje que se dedica a los más afortunados del “1X2” ¿Sabías que, en los orígenes de La Quiniela, el boleto constaba de tan solo 7 partidos de fútbol y que se pronosticaban los goles marcados por cada equipo? (con un sistema muy parecido al que actualmente se aplica hoy en El Quinigol) Por entonces, cada boleto costaba 2 pesetas y, en la 1ª jornada quinielística que se organizó, la recaudación ascendió a 77.060 pesetas (38.530 boletos vendidos) Es interesante observar cómo dos acertantes de aquella jornada inaugural se embolsaron a cambio, cada uno, unas magníficas 9.603 pesetas de la época (un gran pellizco que multiplicó por más de 4.800 veces su inversión mínima) Pero la historia de este insuperable juego siguió creciendo exponencialmente y, cabe resaltar, que el método de signos se instaló ya en 1948 ¡Y ya en los años 50, un acertante, se embolsó 1.078.913,40 pesetas!

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