top of page

Modric, justo Balón de Oro 2018

Esta semana ha llegado marcada indiscutiblemente por la entrega del Balón de Oro (este lunes por la noche) al centrocampista del Real Madrid: Luka Modric. Y no entraré a valorar si Cristiano (2º clasificado) Griezmann (3º) Mbappé (4º) o Messi (5º) lo merecieron más que el croata. Lo que tengo muy claro es que el jefe del medio del campo merengue merecía como el que más un reconocimiento así desde hacía ya varias temporadas. Sólo la presencia de Messi y CR7 (que durante los anteriores diez años se repartieron este prestigioso galardón dorado) le habían impedido al futbolista de Zadar alzarse con un trofeo que para mi reconoce a la perfección a un jugador de una talla única, tanto futbolística como personal. A su buen gusto sobre el terreno de juego, a su clase, a su entrega, a su criterio y a su despliegue físico, le acompaña una perpétua imagen humilde, generosa y cercana fuera de los estadios de fútbol. A sus 33 años (cumplidos en septiembre) se coronó en la entrega del Balón de Oro de París como el mejor de la temporada 2018. Y tiene especial mérito lo suyo porque, además de ser un premio creado en la propia Francia, no hay que olvidar que el país galo fue el reciente ganador del Mundial 2018; habría sido también fácilmente justificable haberle otorgado el premio a su compatriota Griezmann, pero ni así. Luka Modric, con 753 puntos en la votación, casi dobla en puntos a sus dos directos perseguidores en este galardón (mucho más lejos quedó Messi con unos sorprendentes 280 puntos)

bottom of page