top of page

Ante un extraño clásico

Estamos a las puertas de un nuevo y esperado clásico entre Barcelona y Real Madrid, pero éste parece que lleva connotaciones que hacía mucho tiempo que no se daban en un duelo de este calibre. Me centraré en el panorama que envuelve actualmente a los blancos y que siembra innumerables dudas alrededor de cómo se puede comportar este domingo (16:15 h) el conjunto merengue en el Nou Camp. Pues bien, salvo novedad que a estas alturas tampoco sorprendería a nadie, Lopetegui seguirá dirigiendo a la plantilla a pesar de que su cita de Champions de este martes ante el Plzen checo fue decepcionante. Se esperaba un equipo madridista arrollador ante su afición después de su descalabro en casa contra el Levante, pero apenas se vieron destellos de un equipo que, no hace tanto tiempo, dominaba Europa. El caso es que el Real Madrid sacó con sufrimiento el partido adelante, acabó de nuevo pitado por una afición que acusa la falta de rumbo, y ya prepara un choque frente a su eterno rival que se antoja clave en la próxima toma de decisiones de la entidad. Pero para mi, la culpa no es toda del técnico guipuzcoano; también es culpa de la directiva del club que le fichó atropelladamente el pasado 12 de junio con el consecuente “lío” generado a las puertas de un Mundial en el que Julen iba a estar merecidamente como mister de La Roja. El mister tuvo que hacer las maletas atónito ante la situación, para luego tener que lidiar con la gran ausencia del referente goleador del Madrid de los últimos tiempos (un tal Ronaldo) Tampoco el estado de forma de ciertos jugadores (como Ramos, Casemiro o Kroos) ni las lesiones contínuas (Isco, Bale, Carvajal o Marcelo) han ayudado a que el nuevo entrenador gene-rara la ilusión necesaria. Ahora bien ¿Y si el Barcelona sin Messi no da la talla?

bottom of page