- Quién nos iba a decir hace unas semanas que el equipo de Luis Enrique se iba a terminar encontrando en la situación liguera que se halla hoy. Tras la Jornada 32 de ayer (en la que Real Madrid y Atlético cumplieron sobrados con sus compromisos ante Eibar y Espanyol respectivamente) el Barcelona confirmó su nítida línea bajista de juego que le ha llevado a sacar un único punto en Liga de los últimos nueve posibles. Empezó con su empate a dos goles en el terreno de juego del Villarreal; continuó con su incontestable derrota en casa ante su eterno rival (1-2) y ayer le puso la "guinda" a su desastrosa racha zozobrando en Anoeta, un campo realmente maldito para la plantilla culé. Y es que los catalanes demostraron en cinco minutos de juego (lo que tardó Oyarzabal en anotar el que sería el gol de la victoria txuri-urdín) que estaban dispuestos a demostrarle al mundo entero que su crisis futbolística estaba en pleno apogeo. Ya veremos lo que les dura porque, de prolongarse un par de semanas más, podría costarle perder la Champions y, por supuesto, la propia Liga que hace tres semanas parecía totalmente vista para sentencia. El Atlético de Madrid hace tres semanas perdía ante el colista en Gijón (2-1) y nadie se lo podía explicar; el miércoles pasado el Real Madrid caía derrotado en Alemania frente al Wolfsburgo (8º clasificado de la Bundesliga) y nadie daba crédito a lo ocurrido, y ayer el Barcelona cayó en San Sebastián ante el 10º clasificado de nuestro torneo doméstico (rival que hasta ayer figuraba en la tabla clasificatoria de 1ª División con sólo 38 puntos en 31 partidos, con la mitad de puntos que los que tenía el Barça) y todos nos quedamos anonadados viendo el lamentable espectáculo ofrecido por el club catalán. Un auténtico descalabro blaugrana que, de seguir a este ritmo, puede tener consecuencias nefastas en los próximos días. Seguiremos dando nuevos partes médicos del conjunto culé pero, a estas horas de la mañana del domingo 10 de abril, el paciente tiene muy mala cara.
* Foto: Олег Дубина