El Real Madrid, que viene desilusionando a la afición merengue con insólita frecuencia, buscará seguir dando, al menos, una grata imagen en presencia de su público. Habrá que esperar a mañana al último encuentro de la jornada para comprobar su rendimiento ante el Sevilla. Los blancos tendrán ante sí a un rival muy competitivo, arrollador en el Pizjuán, pero que fuera de él ostenta el negativo record de no haber ganado a esta alturas ni en uno solo de sus viajes a campo rival en el campeonato doméstico 2015-2016. Los de Nervión han cosechado 9 empates y 5 derrotas que hacen que solamente Rayo Vallecano, Getafe y Levante tengan peores números que ellos a domicilio. Aparentemente, es una pobre cifra para asaltar mañana por la noche un estadio siempre difícil como el Santiago Bernabéu. Además, la afición merengue no está de humor para volver a admitir más relajaciones de los suyos, y mucho menos en casa. Con la Liga perdida, la Copa del Rey prematuramente olvidada y con su única esperanza puesta en la que significaría su Undécima Champions, los madridistas están obligados a ofrecer una versión más regular y convincente si quieren salvar en el último momento la temporada. Si se lo proponen firmemente y van todos a una, son capaces de lograrlo. No sería la primera vez que terminan con celebraciones un año poco menos que nefasto.

* Foto: DC PRO